jueves, 3 de enero de 2019

De merecer alguien que te merezca

Empezamos doblándonos los tobillos, figurativamente hablando, pero Rafael ha sido en este tiempo un ungüento a mi corazón. Quisiera dar detalles acerca de todo lo que me hace sentir y todo lo que revivió en mí pero son cosas de escaso interés para el objeto que a este escrito concierne.

Rafael desde el inicio ha hecho cositas hermosas por mí; Cositas que a lo mejor hasta pueden pasar desapercibidas y cositas que son trascendentes. Me sorprende cuando creo que no voy a verlo, aparece para hacerme reír a carcajadas y me deja reprocharle entre risas el que me haya tomado el pelo. Se cruza la ciudad por mí, sin importar la hora, sin razón aparente, para estar conmigo. Me hace presentes especiales que sólo nosotros entendemos. Pone tanta atención a lo que digo, aunque sea una mención al aire, para luego transformar sus actos en verdaderas demostraciones de amor.

Anoche, después de una de esas escenas de chick flick que sólo él sabe propiciar, le susurré con sinceridad "no te merezco". Inmediatamente después me arrepentí.

Aunque no se lo dije audiblemente, lo pensé muy fuerte en mi cabeza: SÍ, SÍ TE MEREZCO. Sí me merezco todo ese amor que me das. Sí merezco ser feliz. Sí merezco disfrutar esto que tenemos.
Sí, merezco sentirme valiosa y apreciada. Sí, merezco sentirme enamorada.

Tú mereces alguien que te merezca. Sí, yo sí te merezco.